Cuando llegué a la habítación del
hotel me puse a inspeccionar el lote que había adquirido en el
mercado, no cabía en mi asombro al descubrir (envuelto en un atillo
de cartón mohoso) un legajo titulado Troparion de Albunyán.
En seguida
dejé de lado todo lo que me llamó la atención y me había llevado
a comprar la caja, aquella mañana en la Marktplatz
de Umhausen. En la cama del hotel quedaron esparcidas las películas
super8 (con cortos de animación rusos), los cassettes, el álbum de
postales, los juguetes
viejos...
Me puse a hojear el libro, estaba en
bastante malas condiciones de conservación, con cuidado de no
fracturar más el papel fui pasando cáda página y, aunque no
entendía nada, me di cuenta de su valor. Diferentes grafías entre
las que intuí algo que podía ser romance o quizá castellano
antiguo, ilustraciones, partituras; era medieval sin duda. Pensé que
tenía que ver al vendedor y preguntarle de donde había sacado los
objetos que me había vendido, no pensaba revelar el contenido, pero
tenía que indagar un poco.
Sin
embargo me había demorado maravillado con la observación del libro,
y cuando regresé al mercado quedaban los últimos puestos que
estaban recogiendo ya. Este se había ido. Hablé con un tendero que
tenía su puesto aledaño al que me vendió la caja, pero no hablo
alemán y en inglés no entendió lo que le estaba preguntando. Entre
lo poco que nos entendimos saqué el que podía ser el nombre de
quien buscaba: Andreas. No podía esperar una semana al próximo
mercado, mis vacaciones en el Tirol austriaco terminaban en dos días.
Entonces supe que la mayoría de puestos al día siguiente se
montarían en Längenfeld.
Decidí probar e ir a Längenfeld.
Recorrí el mercado y conocí a 4 vendedores llamados Andreas, cada
uno de los cuales, viendo mi interés, intentó venderme sus
productos. El último Andreas que me presentaron me resultó
familiar; al fijarme en su puesto recordé haberlo visto el día
anterior. A él le compré un manual de fotografía analógica. Se ve
que me había hecho un lío con el lugar de los puestos en Umhausen.
Nunca volví a
ver a aquel vendedor que seguramente no se llamará Andreas, y no me
acuerdo bien de su cara. Además tengo recuerdos difusos de su género
en los que probablemente se mezclen los de varios puestos. Esta via
parece agotada. De todas formas, si alguién reconoce el género que
le compré y que aparece en las fotos, que por favor se ponga en
contacto a través de los comentarios.
Yo soy de Albuñan, estoy muy interesado en el contenido del libro
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